El nuevo Coronavirus y los negocios
¿La crisis impulsa cambios positivos en los negocios?
No todo es negro y blanco, la parte positiva de la crisis sanitaria.
El mundo está cruzando una etapa crucial para la supervivencia,existe en el fondo un factor que estamos obviando, me refiero a la complicación económica mundial que existe y que se avecina. Esta supervivencia implica realizar cambios drásticos y urgentes en las empresas y estrategias de negocio.
Ahora, gracias al Covid-19, digitalizar las empresas ya no es una alternativa, es una necesidad. La crisis obligó a cambiar el mercado laboral en cuestión de semanas, pero no todo tiene un aspecto negativo, de este problema se puede rescatar criterios para mejorar las empresas, si los llevan bien.
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Teletrabajo
Vivimos un momento extraordinario en el que muchas empresas deben afrontar el teletrabajo y no saben cómo. Ahora ya no hay excusas. Las herramientas existen y, además, en la mayoría de casos son gratuitas.
La era post coronavirus nos obliga a dejar de premiar el presentismo y empezar a tener confianza en los profesionales que hemos contratado, ofreciendo herramientas de comunicación y productividad ágiles para mejorar su experiencia como empleados y ayudarles a alcanzar el máximo de su desempeño para el bien de la empresa.
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Filosofía “Bring your own device” (Trae tu propio dispositivo)
En Estados Unidos es muy común la política empresarial “Bring your Own Device” (“Trae tus propios dispositivos”) desde hace años. Todo el mundo tiene un móvil y muchos un portátil propio o una tablet. Utilizarlos también en el plano profesional es el primer paso para empezar a construir nuevos modelos de trabajo en los que no se sea dependiente de la tecnología que ofrece la empresa.
La flexibilidad en el ámbito laboral debe ser bidireccionalidad, poniendo a disposición nuestra tecnología. Al menos el móvil personal.
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Nuevos modelos de evaluación continua
Se acabó medir o, mejor dicho, intuir la productividad por el presentismo o por la tediosa y poco eficaz evaluación de desempeño anual.
Si los empleados conocen sus objetivos y los cumplen, ¿qué más da dónde y cómo trabaja esa persona?. Cuando todo vuelva a la normalidad tras el coronavirus, los líderes deberán sentarse con sus equipos a construir los objetivos a corto plazo, tanto cualitativos como cuantitativos, que también permitan a los empleados autoevaluarse para refrescar sus “To Do’s” y asimilar los objetivos marcados.
Menos tráfico
El tráfico vehicular en Quito es inmensurable, toma más de una hora llegar a nuestro puesto de trabajo, el mayoría de los casos. ¿Qué sentido tiene que dediquemos horas de nuestra vida a desplazarnos a nuestro lugar de trabajo? ¿No es responsable, siempre que sea posible, en muchas ocasiones trabajar desde casa? ¿No es más productivo evitar las horas punta y tardar 20 minutos en lugar de 50?
El teletrabajo forzoso de estos días se terminará instaurando y eso hará que se reduzcan los desplazamientos, aumente la productividad y la felicidad de los empleados y disminuya la polución.
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Reconocimiento continuo
El reconocimiento es el penúltimo escalón de la pirámide de Maslow, situándose como la segunda preocupación de los profesionales y revelándose como una potente herramienta para generar cultura, identificar, fidelizar y atraer talento a las empresas. El reconocimiento debe ser continuo, transparente, sin discriminar colectivos o posiciones y en base a valores o competencias profesionales, abandonando las obsoletas políticas de reconocimiento por antigüedad de las empresas.
Cultura empresarial
Entramos en una guerra feroz por atraer el mejor talento. Profesionales que quieren vivir experiencias diferenciales como empleados, que quieren ser importantes en su compañía, sentirse valorados y, sobre todo, útiles en la construcción de un proyecto que aporte valor a la sociedad. Y la cultura se construye desde los directivos, referentes internos que deben trabajar de manera acorde a lo que se les pide a sus empleados. Es sencillo, si tu lees, tus hijos leen. Eso es cultura.
Solidaridad empresarial
El estudio Global Trust Barometer de Edelman de 2020 asegura que los consumidores creen en las empresas como el vehículo actual para ayudar a cambiar la sociedad. Ni los gobiernos ni otros entes, las empresas. Empresas solidarias, realizando diferentes tipos de actividades, todo en pro de resguardar la integridad humana y asegurar la supervivencia de las personas y a la vez de su estructura corporativa.
Este nuevo entorno nos ha hecho más solidarios y frases que antaño se repetían, como “Esto no me incumbe, no es mi trabajo”, quizá queden en desuso en los próximos meses.
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Competencias blandas al poder
Estamos ante una crisis sanitaria que se va a llevar por delante muchos puestos de trabajo. De esta forma empieza a cobrar más importancia que nunca los llamados Soft Skills o competencias blandas, aquellas que te hacen un profesional diferente dentro de la organización.
El ser humano es impredecible, a veces terco, pero es un animal social colaborativo y solidario, dos valores que son claves en el desarrollo de las organizaciones futuras. Por eso, ahora más que nunca, tendrá más sentido contratar talento con estas competencias blandas destacadas y no tanto competencias profesionales que quizá choquen con la nueva realidad del trabajo en la era post coronavirus.
No todo implica un panorama negro para las empresas, es momento de un cambio brusco y obligado, esta nueva era empresarial conlleva nuevas modalidades y estrategias de negocio, solo las más aptas sobrevivirán, es momento de evolucionar.